lunes, 17 de noviembre de 2008

Hace falta tan temprano ¿?

Convengamos que a la hora que me levanto, el humor, la tolerancia y la comprensión de ciertas cosas son más que escasas (por no decir totalmente nulas). Pero aun así, insisto en comprenderlas e interpretarlas. Quizás sea yo el equivocado al intentar hacerlo.

Comienzo alrededor de las 5 AM cuando el despertador, una suerte de enemigo de mis oídos quienes después de unas 5 o 6 horas de descanso gustarían mas de sonidos dulces y compasivos, que de los molestos y estridentes que dicho aparato emite.

Después del primer sorbo de mate casi hirviendo (podrán entender que en el estado zombie en el que me encuentro a esas hora, no me permite medir del todo bien la temperatura del agua en la pava), y el intento desesperado por sacar las arrugas de mi uniforme con un adminículo que no nací para comprender y manejar, llego a la conclusión de que mi día comenzó como el orto.

Siguiendo con las rutinas matinales, me dispongo a bañarme y terminado este ritual divino y placentero de la vida, me encuentro con otra asquerosa sorpresa. El hipopótamo que tengo por cuñada, aparece de la nada generando una experiencia muy cercana a la de Víctor Sueiro cuando vio la luz de la antesala a la muerte. Imaginate cuando alguien te asusta para sacarte el hipo y multiplicalo por 200. No voy a juzgar el gusto de mi hermano (de hecho tengo que decir que tiene unas terribles pelotas y un estomago a prueba de balas al acostarse con semejante espécimen), pero macho,…un poco de autoestima por favor ¡!!!! Después de esto ni ganas me quedaron de comer un segundo bizcochito de grasa.

Salgo de casa, empiezo a caminar y me encuentro con otro espectáculo que no se si es mas asquero que el ejemplo anterior, pero si muchísimo mas siniestro. A unas 10 cuadras de mi casa, hay un cuartel de ejército, y en la esquina donde comienza el predio, tirando en el piso, restos de brujería. Esto lo veo habitualmente, pero lo de hoy llego al extremo. Generalmente lo que dejan en esa esquina es una especie de recipiente para tortas y adentro se ven otros recipientes del tipo comida rápida que en su interior colocan unas frutas, papeles, velas y anda saber que otra porquería mas. Pero lo de hoy me dio realmente mucho asco e indignación. Asco porque se trataba de a lo que mis ojos parecía una gallina. Primero, que cajaro tiene que ver el pobre animal para que lo sacrifiquen porque alguien tiene ganas de hacer una maldad? Segundo, que ganas haciendo semejante maldad? No voy a entrar en el tema de si hay que creer o no en esas cosas porque cada uno tiene derecho a creer en lo que quiera o no. Pero si creo en la maldad y en la mala leche de la gente! La verdad que una mierda la actitud de la gente. No hay necesidad alguna para hacer este tipo de cosas.

Tomo el colectivo, me bajo en Liniers y me subo al tren. Trato generalmente de ir al furgón, ya que esta permitido fumar y los que me conocen saben que es algo que no puedo evitar.

No pretendo hacerme el puritano, el santo o el tipo amante de las sanas costumbres porque no lo soy ni lo seré. Pero ver como se fuman un caño a las 6:50 de la mañana, es algo que no logro entender. Estoy totalmente a favor del consumo de marihuana, y mas si es para enfermos que necesitan calmar su dolor, y también me parece bien en un contexto de diversión en una salida amigos o en un momento de soledad como para relajarse. Pero estar del orto a esas horas de la mañana no le veo sentido. Cual es la gracia de llegar al laburo así, correr el riesgo de hacer alguna pelotudez y que te despidan? No solo eso. Si tenes ganas de ponerte del culo, buenísimo, pero no molestes a los demás que no están en tu palo del momento. Que se yo, sinceramente creo que si uno tiene ganas de de fumarse un porrito, todo bien. Pero es como en todo en la vida, sin joder a los demás.

Hace falta tan temprano ¿?